lunes, 25 de octubre de 2010

Expansion del islam

 Sucesores de mahoma

A Mahoma le sobrevivieron su hija Fátima y los hijos de ésta. Los chiíes afirman que el esposo de Fátima, Alí y sus descendientes, son los verdaderos líderes del islam. Los sunníes no aceptan esta afirmación, si bien respetan a los descendientes de Mahoma.
Los descendientes de Mahoma son conocidos por diferentes nombres, tales como sayyid y sharif. Muchos líderes y nobles de los países musulmanes, actuales y pasados, afirman ser descendientes de Mahoma con variables grados de credibilidad, tales como la dinastía fatimí del Norte de África, los idrisíes, la actual familia real de Marruecos y Jordania y los imanes ismaelitas que usan el título de Agha Khan.

Los sunitas conforman la principal corriente del Islam, que abarca del 80% al 90% de todos los muslimes. Los sunitas consideran que para la sucesión legal de Mahoma es condición suficiente que el califa sea capaz y adecuado para dirigir espiritual y secularmente a los muslimes.







Los chiítas por su parte, exigen que el califa sea un pariente sanguíneo de Mahoma. Tomaron su nombre de Shiat Ali (partido de Alí), el cuarto sucesor de Mahoma, su primo y yerno, que dirigió el Reino Islámico de 656 a 661 como cuarto de los grandes caligas. La fracción principal de los chiítas reconoce además de a Alí a sólo a otros once imanes religiosos. El último de ellos, Al Mahdi, no ha muerto, sino que vive oculto desde el siglo IX. Hasta su regreso, los sabios chiítas son sus administradores.



Las diferencias entre sunitas y chiítas se expresan también en el diferente significado de la palabra imán. Mientras que para los sunitas, el imán sólo es el recitador en la mezquita; para los chiítas, los doce imanes son guías político-religiosos por los cuales se debe orientar la comunidad islámica hasta el regreso del último imán.

 

Caracteristicas del islam

Examinemos en primer lugar cómo deben comportarse los hombres con respecto a la mujer.

El Corán dice:
(4-34) “los hombres son los sostenedores de las mujeres con los dones con que Dios les ha agraciado más abundantemente a unos que a otras y también con los que puedan gastar de sus pertenencias”.
Por lo tanto, en una sociedad musulmana el hombre tiene la total responsabilidad del mantenimiento de su familia. Esto no es sólo una obligación moral, sino también una obligación legal. Cualquier cosa que la mujer posea es de su absoluta propiedad y puede disponer de ella tanto para sí misma como si desea contribuir con ella al presupuesto familiar.
Es un reconocimiento al papel del esposo como el cabeza de familia y la lealtad de ambos, esposo y esposa, a una ley superior, la del Islam. El concepto de caballerosidad tuvo su origen en los primeros tiempos del mundo musulmán y muchos sabios afirman que pasó de los musulmanes a Europa en la época de los trovadores en la Francia medieval. El papel de la mujer musulmana en la casa es de vital importancia para la felicidad colectiva de la familia y para el desarrollo físico y espiritual de sus hijos. Sus esfuerzos deben dirigirse a que su familia tenga una vida agradable y alegre y que su hogar sea un lugar lleno de paz y seguridad. Esto, unido a la temprana educación de los hijos, tiene un efecto determinante sobre el comportamiento y actitudes de la próxima generación, cuando lleguen a la adolescencia y después sean adultos. 
El HIYAB 
Obligación religiosa tanto para el hombre como para la mujer. Al igual que el hombre no puede dejar al descubierto ciertas partes de su cuerpo, la mujer tampoco. Aunque esta última tenga que dejar de enseñar más partes. El hiyab es una obligación individual que no trasciende de ningún modo al nivel de imprescindibilidad de los cinco pilares. El hiyab es una filosofía religiosa relacionada con que la religión vela por la dignidad del ser humano dentro del matrimonio. Hiyab como mandamiento religioso físico: no es cubrirse con una prenda determinada, es para ambos sexos ir con ropa no insinuante ni sexual ni económicamente. 

Cuando nace un niño, el padre le susurra lo antes posible en el oído derecho la llamada a la oración. Después le pone un poco de miel en la lengua. Desde ese momento el niño es musulmán. A los siete días del nacimiento se celebra una ceremonia llamada aquiqa para poner nombre al niño. También se le afeita el pelo como símbolo de pureza.

En algunas familias, los padres eligen pareja para casar a sus hijos, aunque los novios pueden rechazarla si no están de acuerdo con la elección. La oferta formal de matrimonio debe tener por lo menos dos testigos.  


Esto lo realizan personas del mismo sexo del fallecido que luego lo envuelven en una sábana blanca llamada irma y lo llevan a la mezquita para las oraciones fúnebres. Los musulmanes creen que todos somos iguales y por lo tanto todos deben ser enterrados con ropa de la misma calidad

 


viernes, 22 de octubre de 2010

Origen del islam

El Islam es una civilización que tiene como eje unificador la religión predicada por Mahoma, el profeta de Alá (el Dios único, el ser supremo uno en persona, uno en sus atributos y uno en sus obras), durante el siglo VII. Cientos de millones de musulmanes cumplen con sus oraciones diarias, recitando el Corán (libro sagrado del Islam) y mirando hacia la ciudad sagrada de la Meca.

A comienzos del s. VII de la era cristiana se produjo un acontecimiento extraordinario en la península Arábiga. Una figura carismática unificó las tribus nativas que, después, se embarcaron en una campaña de conquista que duró siglos


Éste hombre se llamaba Muhammad, era conocido como Mahoma. Fue jefe de Arabia al mismo tiempo que profeta de Dios. Las revelaciones de Mahoma se recogen en un libro llamado Corán Al morir dejó planteado el problema sucesorio respecto a la persona que había de ostentar la jefatura política y la autoridad suprema en la interpretación de los principios y leyes islámicos. Los tres primeros califas, Abubéquer, Omar y Osman fueron elegidos casi unánimemente; pero cuando, tras el asesinato del último, subió al trono Alí, un pariente de la víctima, Muawiyah, gobernador de Siria, se negó a reconocer la autoridad del nuevo caiifa acusándolo de estar apoyado por los asesinos de su antecesor y de protegerlos. Como consecuencia de todo ello se produjo la batalla de Sifflin (657) entre los partidarios de de Alí y los seguidores de Muawiyah.